Guía de supervivencia en la era de la sobredosis cultural

¡PUM! Título grande: ya sabes de qué va el artículo. Una guía práctica, concisa, telegráfica, rápida, rapidísima. Porque no tienes tiempo, tienes que ver cosas, leer esto y aquello, escuchar lo último de alguien y, SOBRE TODO, tienes que hablar de todo lo que has visto, lo que has leído y lo horrible que es eso que acaba de sacar noséquién. Más le valdría jubilarse a tiempo al tipo. Y además, por si fuera poco, te acabas de acordar, TIENES UN TRABAJO, ¡qué putada! ¿no?, UNA CARRERA que sacarte, HIJOS que cuidar, un PROYECTO, yo qué sé. ALGO, en definitiva, que en realidad no quieres hacer, que haces para que te dejen hacer esto otro o para llenar tiempo, porque algo tendrás que hacer. Pero, ¿no habíamos quedado en que no tenías tiempo? Pues eso, la era de la sobredosis cultural es contradictoria de narices. Aquí una guía para bucearla sin ahogarse.

A ti te falta tiempo, al tiempo le falta una letra para el Wordle. A todos nos falta algo.

Yo tampoco tengo tiempo, porque estoy en el proceso de escribir mi primer largometraje. Perdón por hablar de mí, no sé de quién esperabais que hablara. De ahí mi prolongada, prolongadísima ausencia. No voy a hablar de ello ahora, en realidad. Pero me sirve como punto de partida para mi primer consejo (esta es una guía de consejos, no vaya a ser que luego no te sirvan y vengas a echármelo en cara):

1. HAZ COSAS. Por lo que más quieras, haz cosas. Verse las treinta películas de los Goya, las veinte de los Óscar (ojalá fueran solo veinte), las quince únicas que la crítica dice que se pueden ver este año, las series de las que todo el mundo está hablando..., está muy bien. ES INCLUSO RECOMENDABLE, de hecho. Pero todo en exceso es malo, ¡TOMA TÓPICO! Y no me malinterpretes, hacer algo no significa que te pongas a escribir tu propia peli (si no tienes esa vocación) o que tengas que aprender a tallar madera. Pero haz ALGO con esas treinta películas: reflexiona sobre ellas con un amigo, tratad de pensar en cuáles funcionan de forma parecida (pensar ya cuenta como hacer, gracias a dios), escribe un blog que no lea casi nadie, o LEE sobre ellas en revistas especializadas de verdad (¡COMPRA CAIMÁN!). Si te quedas quieto absorbiendo cultura audiovisual, te acabarás ahogando. Haz algo: ADQUIERE CONCIENCIA CRÍTICA, la tuya propia. Esto último nos lleva al siguiente punto:

2. LEE TRES LIBROS A LA SEMANA. No lo digo yo, lo decía Truffaut:

("Three films a day, three books a week and records of great music would be enough to make me happy to the day I die.")

¡Pero cómo voy a leer tres libros a la semana, si tengo qué hacer esto y lo otro...! Vale, quizás tengas razón, puede que Truffaut tuviera mucho más tiempo que nosotros. Pero LEE TRES LIBROS A LA SEMANA. Aunque no puedas, aunque sea físicamente imposible, hazlo. Mírate al espejo cada mañana y repítete: me quedan tres libros por leer esta semana, me quedan tres libros por leer esta semana, me quedan dos libros por leer esta semana.... FELICIDADES, has leído uno de tres. Lee. No te abandones solo a un tipo de cultura. Las series serán las nuevas novelas, pero las novelas son las mejores novelas. Lo sé, lo sé, es un comentario rancio. Pero leer te hará feliz de una forma que ver lo último de Euphoria no. Y, lo mejor de todo, no tiene porqué ser contradictorio. Puedes hacer las dos cosas. Leer es meditar: medita, joder. Medita un poco cada día, diez páginas ¡Pero, no tengo tiempo! Si no tienes tiempo para leer diez páginas al día, reconsidera severamente tu vida.

2. NO ESCUCHES PLAYLISTS. Las playlists las carga el diablo ¡ESCUCHA ÁLBUMES! Una playlist es el caos. No te dejes llevar por el caos. DECIDE TÚ LO QUE QUIERES ESCUCHAR. Y, haz el favor, escúchalo como el autor quería que se escuchara. Este tercer punto puede parecer autoritario y un poco desproporcionado. De acuerdo, lo es. Procura sacarle la lectura metafórica, entonces. ¡Pero es que yo me hago mis propias playlists con cada estado de ánimo! MUY BIEN, cada uno tiene sus cosas, qué le vamos a hacer. Ojo, esto es como las leyes de la robótica de Asimov, la primera se aplica antes que la tercera. Si haces tus propias playlists, ESTÁS HACIENDO COSAS. Haz tus propias playlists.

Tres es un buen número. Había quedado en que esta guía era corta, breve, lo que sea. Resumiendo: toma el control de tu propia vida cultural. Dicho así parece fácil, ¿no? Hazlo. 

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