El concepto de la justicia, la culpabilidad y los remordimientos, atraviesan todos los conflictos de Frankenstein. Las injusticias sociales están presentes en toda la narración, con especial crueldad sobre los personajes femeninos: Safie no tiene derecho a elegir qué vida quiere llevar ni con quién; a Elizabeth se le niegan los derechos a la educación y a viajar de los que goza su primo; y Justine, aún formando parte de la familia como una hermana más, no puede aspirar a otra vida que no sea la de una criada. A lo largo del relato, tienen lugar cuatro juicios. Todos contra personajes a los que la narradora describe como inocentes. Pobres desgraciados, víctimas de un sistema injusto, de unos jueces que «prefieren que diez inocentes sean castigados antes que permitir que un culpable escape». La confianza de Mary Wollstonecraft Shelley en el sistema judicial no parece del todo positiva. Justine ―nombre que viene de latín justus, es decir, "justo"― es acusada del asesinato de W
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones