Tras arrasar la taquilla mundial y destrozar el corazón de cientos de millones de acérrimos fans con Vengadores: Infinity War, Marvel Studios, bajo la mirada atenta de, la ahora poseedora también de Fox y por tanto también de los superhéroes mutantes, Disney, ha vuelto a consolidar su omnipotencia con un acontecimiento sin precedentes en la historia del cine que ha monopolizado las salas en su estreno, Vengadores: Endgame.
La cinta, que oscila las 3h horas de duración, ha generado todo tipo de comentarios y reacciones entre los expectantes espectadores que acudieron a los cines. Situándose en los puestos más altos de las películas mejor valoradas de la historia del cine en la prestigiosa página de crítica cinematográfica, IMDB, resulta evidente el agrado de los fanáticos de la franquicia.
―¿Pero, es realmente una buena película? ¿O solo gusta por la niebla que ha generado a su alrededor, como una sustancia psicotrópica o el exceso de azúcar que sin duda provocará una diabetes menos dulce? ―preguntaría alguien, tal vez haciendo un uso excesivo e injustificado de las metáforas.

―Ya, claro, pero porque es una secuela. Igual que El retorno del jedi tampoco puede entenderse a la perfección si no hemos visto antes el resto de la saga. ―argumenta acertadamente alguien.
En efecto, existe un razonable parecido entre estas dos cintas. Que un guión, una historia, no pueda ser comprendida sin conocer otra, no tiene porque ser malo, ¿o sí? Si leemos, por ejemplo, Las Metamorfosis de Ovidio (¡Vaya si nos estamos alejando de Endgame!) y en primer lugar el episodio de Apolo y Dafne, comprenderemos entonces como existe una historia anterior que justifica la acción de Cupido, contenida concretamente en el episodio anterior, Apolo y la serpiente Pitón. No obstante, carecer de esta información no nos impide de ningún modo disfrutar del fragmento en cuestión, ya que esta carencia se soluciona con una introducción que pone sobre la mesa precedentes que debemos conocer. Esto, sin embargo, no sucede en este film, que opta, por el contrario, por saltarse los precedentes y pasar directamente a la acción.
Sin necesidad de retroceder hasta relatos de la Antigua Grecia ―siendo un recurso tal vez poco lícito― podemos realizar otro símil distinto, tomando esta vez cualquier serie de televisión que se tome a sí misma más o menos en serio, ¿podemos disfrutar del episodio 7 de la segunda temporada de Breaking Bad sin haber visto antes el resto? La respuesta en este caso parece menos compleja: por supuesto que no. Precisamente eso es Vengadores: Endgame, el final de una serie cuyos 22 episodios se han ido estrenado progresivamente en los cines durante más de diez años.


El guion de Vengadores: Endgame (después de escribirlo tantas veces todavía no logro comprender quién ni por qué decide traducir “Avengers”, pero no “Endgame”) nos presenta en rasgos generales, y sin entrar en detalles, en su primera parte una visión del mundo que podría calificarse de nietzscheana. Unos personajes que se encuentran vacíos tras lo sucedido en Vengadores: Infinity War (he aquí otra incongruencia de traducción) tratan por todos los medios de encontrar un significado a un mundo carente de sentido, nihilista. Tras esto da lugar una serie de aventuras con elementos propios de la ciencia ficción que los protagonistas tendrán que sobrepasar.
La historia se muestra, además de épica, tremendamente solemne y los personajes proceden a cerrar todos los hilos pendientes con los rasgos más humanos y empáticos de toda la saga, haciéndole muy difícil al espectador, incluso al más exigente, no soltar alguna lágrima en el transcurso de tres sorprendentemente breves horas. Constituyendo además uno de los guiones con los mejores arcos de personajes que se han escrito para la franquicia.

En conclusión, Vengadores: Endgame, tal vez no sea una cinta perfectamente canónica y no es preciso tomar su esquema narrativo como ejemplo para nada. Incluso en algunos momentos podrá parecerte predecible y descarada, con un uso del Deus ex machina como principio elemental para cerrar cabos sueltos ―siendo esto resultado más bien de una escritura en tiempo límite y demasiadas expectativas por parte del público― Es, sin embargo, una obra inigualable por sus características que no dejarán indiferente a nadie. Marvel Studios parece jugar con nuestros sentimientos de una forma inexplicable. En un cine totalmente lleno, los silencios que Anthony Russo y Joseph V. Russo colocan de forma magistral, solo dejan escuchar los sollozos de los aficionados.
Estoy bastante de acuerdo en que la película tiene un guión excelente. Su desarrollo de personajes es maravilloso, cómo cada vengador original nos muestra una lección de vida. La franquicia de Marvel ha hecho una estrategia comercial magnífica creando está esta serie de episodios cinematográficos.
ResponderEliminarUn humilde consejo que puedes o no seguir: A la hora de comentar algún personaje es preferible poner el nombre del personaje y entre paréntesis el nombre del actor.
Es una observación mínima y bastante subjetiva.
Muy buena crítica.
¡Muchas gracias por el consejo! Lo pondré en práctica.
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